Ayer, 5 de julio, celebramos el día de la Declaración de la Independencia, que por cierto no fue una epopeya militar, sino un acto civil de rebeldía y como tal debería conmemorarse.
Hoy, nos preguntamos si en verdad somos una nación independiente, cuando las decisiones fundamentales, la orientación política del régimen, se dicta desde La Habana.
Se sabe que el Saime, los registros y las notarías están controlados por Cuba. Y para eso está el cable submarino que ata a Venezuela con la isla.
Y tampoco somos independientes cuando grupos guerrilleros y carteles de la droga mandan y disponen en varios estados del país.
Le corresponde a la Fuerza Armada asegurar la independencia, soberanía e integridad territorial de la nación ¿Lo está haciendo?
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