La Orquesta Sinfónica Carlos Cruz-Diez vuelve a seducir a su público, esta vez en el teatro EDP de Madrid, una función conformada por trece piezas escogidas minuciosamente, y magistralmente interpretadas por Aquiles Machado, Ana Lucrecia García, Mariana Ortiz y Víctor García Sierra, bajo la dirección de Manuel Jurado y Roberto Gianola.
Después de un año sin libar la música en los teatros, la afinación de los violines como introducción nos ha conmovido. Un concierto de apasionada puesta en escena formada por arias en solitario y duetos llenos de entusiasmo, con la evidente compenetración entre los intérpretes líricos, y los virtuosos instrumentistas.
Entre las piezas interpretadas: ópera Carmen de G. Bizet, y libreto en francés de Ludovic Halévy y Henri Meilhac, basada en la novela Carmen de Prosper Mérimée; “Canción del toreador”, aria para barítono interpretada por Víctor García Sierra; “Duetto parle-moi da ma mére”, por parte del tenor Aquiles Machado y la soprano Mariana Ortiz; “La mamma morta”, ópera de Andrea Chénier, música de U. Giordano, en la voz de Ana Lucrecia García.

El repertorio de historias de amor, trágicas, intimistas y de corte político, fundadas en obras teatrales y novelas, concluyó para sorpresa y alegría de los asistentes con La Traviatta: Act I “Libiamo ne’ lieti calici” del compositor Giuseppe Verdi, con el deslumbrante despliegue de las cuatro voces asistidas por la destreza profesional de los músicos. Una interpretación de calidad y elegancia que ha sido agradecida por la sentida ovación del público.
Venezuela entre otras muchas cosas se ha enfrentado a la fuga de talentos en diversos ámbitos, fuga que no se ha perdido, que se consolida cada día en diversos lugares del vasto mundo; gracias a los participantes de la Gran Gala Lirica de la Orquesta Carlos Cruz-Diez por recordárnoslo. Y como afirma nuestro apreciado Leonardo Padrón, en Tiempos feroces ¨se solicita una buena noticia¨.