
Por Matias Riquelme
El objetivo específico puede decirse que es la esencia de cualquier estudio o proyecto puesto que es la guía o directriz que enfoca cuál es la dirección por seguir, el cumplimiento de cada uno de ellos logrará alcanzar el objetivo general y culminar el proyecto exitosamente.
Al definir cuál es la finalidad y propósito del proyecto, se deben considerar tres preguntas: qué, dónde y cómo, por lo que un mismo proyecto tiene siempre varios objetivos específicos.
- En los casos de proyectos que tengan como objetivo principal la comparación de dos productos, por ejemplo, al menos dos de los objetivos específicos se encargaran de describir cada uno de los productos y al menos uno se encargará de hacer la comparación que requiere el estudio.
- Por otra parte, si el fin general del proyecto consiste en dar la explicación a un fenómeno económico, por ejemplo, se deberá considerar al menos un objetivo específico para la descripción, el análisis la comparación y la explicación de los eventos que quiere considerar en el proyecto.
- En el caso de los proyectos que pretenden, por ejemplo, facilitar una propuesta para la mejora del desempeño del talento humano, se deben formular objetivos específicos que describan, analicen, comparen, expliquen, predigan y proyecten la situación.
Con todo esto los que se quiere decir es que las metas y aspiraciones que se deseen alcanzar a través de un proyecto serán alcanzadas a través de una serie de pasos o logros guiados por los objetivos específicos formulados mediante la idea del sujeto que diseña el proyecto.
¿Cómo hacer un proyecto viable?
Para que el proyecto sea viable, los objetivos específicos deben considerarse como parte de un todo, son una parte de un objetivo más grande, el objetivo general, y deben darse de forma consecutiva en donde el resultado de uno servirá de base para iniciar otro, por lo que también deben formularse de forma cronológica, es decir, los primeros que se van a desarrollar son los que servirán como base a los próximos.
Es por ello que siempre van a estar precedidos de la formulación del objetivo general, a partir de allí se podrá determinar cada uno de los pasos que debemos ejecutar y su orden para poder concretar el proyecto.
Dicho de otra forma, todos los objetivos específicos están relacionados ya que el logro de uno contribuirá al logro de los siguientes y entre todos a la consecución del objetivo general.
De acuerdo al tiempo que necesiten para ser alcanzados, los objetivos específicos pueden ser de corto plazo, mediano plazo o largo plazo, además deben ser redactados de una forma clara y puntual para evitar ambigüedades o imprecisiones y evitar una confusión en la persona que desarrolla el proyecto o los lectores del mismo.
Es por esto que siempre deben cumplir con tres premisas fundamentales: la claridad, la factibilidad y la pertinencia.
Los objetivos específicos son claros al formularse de forma precisa con un lenguaje sencillo y comprensible, son flexibles al tener la posibilidad de alcanzarlos con los recursos, metodología y lapsos previstos que se tienen disponibles, por último, son pertinentes cuando se ajustan de forma lógica con el proyecto que se quiere desarrollar.
Estos objetivos pueden ser de varios niveles, según su nivel de complejidad:
- Perceptual: es el nivel que perciben nuestros sentidos, están a simple vista, son eventos evidentes, son el nivel más superficial y externo del conocimiento, son casos de descripción y exploración
- Aprehensivo: es una búsqueda un poco más exhaustiva a la que ven nuestros sentidos, son cosas que no se detectan a simple vista es algo oculto que debe buscarse dentro del evento, son casos de análisis y comparación
- Comprensivo: es la explicación como tal de un evento. En este caso la intervención de la persona que desarrolla el proyecto implica una modificación del evento, la evaluación es el caso en este esta clasificación Conocer la correcta forma de formular los objetivos específicos es muy importante en el transcurso del desarrollo de un proyecto ya que mediante ellos se plantea el rumbo que va a tomar.
Lo primero que se debe hacer antes de plantear los objetivos específicos es tener claramente definido que es lo que se quiere lograra través del proyecto, lo que se quiere demostrar o a lo que se pretende dar solución.
Posteriormente inicia el procedimiento de formulación, para ello se debe tomaren cuenta que cada uno de los objetivos específicos deben responder a tres preguntas ¿Qué es lo que se quiere hacer o qué es lo que se busca? ¿Para qué se quiere hacer? ¿Cómo se va a realizar?, de esta forma se logra su delimitación y se determina la amplitud del proyecto.
Estas preguntas también ayudan a la orientación sobre los resultados que se podrían obtener al establecer las etapas del proceso. Siempre inician con un verbo en su terminación infinitiva.