Ivonne Arroyo
Si alguien aún tiene dudas sobre dónde encontrar la mejor y más exquisita arepa de huevo de la Región Caribe, Colombia y –¿por qué no?– del mundo, debería entonces intentar simular el sabor de esa fritura tostada en las puntas, pero inflada en el centro, que cocina Lucas Castillo en su fogón al carbón.
La pieza inigualable guarda huevo y frutos del mar en sus adentros: palmito, caracol y calamar. O bien podrían experimentar en sus cocinas para dar con las arepas multiformas que esculpen las artesanas de la cocina en Luruaco. Por algo son ellas quienes lucen, sonrientes, los delantales que las acreditan como participantes del único Festival de la Arepa de Huevo, así como portadoras de una tradición que no quieren que acabe jamás.
Desde 1988, hace 29 años, este municipio del Atlántico celebra un evento de preservación de la gastronomía que se extiende durante tres días en las hirvientes y doradas calles de Luruaco, un encuentro declarado patrimonio gastronómico y cultural de la Nación y que cuenta con su propio Plan Especial de Salvaguardia.
Este año compiten unas 65 mujeres, entre los 25 y 85 años, en la preparación de la mejor arepa tradicional, de innovación y multiforma.
“Somos la cuna de la arepa de huevo, que es lo que más representa gastronómicamente a nuestra región. Es una invención del mestizaje nuestro y nos da una identidad cultural a nivel nacional e internacional. Es un producto que mueve la economía de más de 250 familias que directa e indirectamente se dedican a la producción de la arepa de huevo. Por eso es tan importante para nosotros”, expresa, en medio de los calderos, el secretario de Cultura y Turismo municipal, Emmanuel Morales.
El festival
El encuentro encendió sus fogones ayer, a partir de las 3 p.m., con un desfile inaugural que inició en plaza central y terminó en el antiguo hospital. Pero hoy las ventas de este manjar comenzarán mucho más temprano, a las 10 a.m., mientras que en la tarde, desde las 3 p.m., se llevará a cabo la competencia, donde no podrá faltar la música y el folcor, que subirá a la tarima con la presentación de grupos musicales y de danza.
Patricia Maestre, directora de Sabor Barranquilla; Patricia Serrano, del programa de Turismo del Sena; la chef samaria Nataly Guerrero, Magni Montero y el chef barranquillero Manuel Mendoza serán los encargados de escoger la arepa de huevo ganadora en cada una de las categorías.
“En esta edición los turistas y visitantes van a encontrar arepas de huevo trifásicas (carne, pollo y cerdo), de conejo, chorizo, butifarra y mariscos. Por primera vez, además, tendremos con sabor a BQQ”, reveló Mileidis Coronado, representante de Asopral, la Asociación Productora de Arepas de Huevo de Luruaco.
En cuanto a multiformas, recuerda que en años anteriores las luruaqueras han sorprendido a los jurados y asistentes con arepas con forma de camiseta de la Selección Colombia, Virgen María, escudo del Junior, así como de todo tipo de flores.
Con dignidad
Lucas Castillo, de 70 años, le apostará a una arepa con forma de corazón, pues eso representa este alimento para ella. Castillo es hija de una mujer que está fuera de competencia por considerarse “la matrona” de la arepa de huevo. Ella hace parte de la nueva generación que ha recogido el legado de Rosa Amelia ‘Chiquita’ Montero, quien fritó y deleitó con sus creaciones gastronómicas por unos 50 años en ese municipio.
Castillo aún recuerda cuando su madre, desde el puesto que tenían en el sector conocido como las ‘cuatro esquinas’, le preguntaba, cada vez que esta le ayudaba, que si no le daba vergüenza acompañar a una vendedora de fritanga.
“Y yo le decía: mamá, ¿cómo me va a dar pena?, si este es un trabajo de dignidad y usted siempre va a ser madre mía”, narra Castillo, quien en ese entonces trabajaba como enfermera.
Ahora, que ya está jubilada y que ‘Chiquita’ se ha alejado por salud de los fogones, compite por hacer justicia a un nombre que todo Luruaco conoce.
Por eso, su arepa con frutos del mar se medirá ante los rellenos de butifarra con yuca de Nerys Montero, pollo con queso de Petrona Ruíz o de cerdo con carne de Clementina Pérez.
Todas ellas son mujeres con más de 20 años de experiencia. Eso se sabe a la vista por la forma en que toman la arepa hirviendo con sus manos, como si no les quemara nada, y por cómo, meticulosamente, le hacen una abertura en esa esfera achatada y le agregan huevo y carne. Parece fácil. La sellan con más maíz y la echan al caldero caliente.
Esa explicación la da la sobrina de Lucas, que también se llama Rosa Amelia Montero. Tiene 26 años y hace apenas uno aprende “el arte de hacer arepas de huevo” como las de su tía o su abuela. Ella y muchas jóvenes más aseguran el legado gastronómico de Luruaco. Sin titubear Rosa Amelia dice: “A mí tampoco me da pena”.
Fuente https://www.elheraldo.co/entretenimiento/una-tradicion-llamada-arepa-de-huevo-513348