Nicolás Maduro ofrece tratamientos para el cáncer a los portadores del carné de la patria
Ludmila Vinogradoff
@ludmilavino
Los venezolanos han llegando al extremo de recurrir a medicamentos para mascotas ante el desabastecimiento en las farmacias, de un 85%, y la urgencia de tratar enfermedades que no pueden esperar a que el Gobierno ponga soluciones. En el mercado nacional han desaparecido los antibióticos, analgésicos, retrovirales, vacunas, antidepresivos, quimioterapias y medicinas para trasplantados y portadores de VIH, entre una lista de más de 3.000 productos que no están disponibles.
«Cuando se acabó la (prednisona) humana, empezó todo el mundo a buscar la canina», sostiene el presidente de la Federación Farmacéutica, Freddy Ceballos. «Se está poniendo en riesgo la vida de las personas», dice a su vez Francisco Valencia, presidente de la fundación Amigos Trasplantados, que apoya a estos pacientes a menudo regalándoles los fármacos.
No curan, pero alivian
Quienes tienen medios suficientes, pueden pagar precios muy inflados en el mercado negro o aprovechar sus contactos en el extranjero. Para la gran mayoría, sin embargo, la alternativa es, cada vez más, el uso de productos para animales. Estos no curan las enfermedades humanas, aunque los antibióticos y analgésicos pueden aliviar dolores y tienen gran demanda.
Stewart Sembergman, un médico de un hospital público en Caracas, dijo que en algunos casos tomar medicamentos para animales es mejor que nada. «En esta crisis, tenemos que utilizar cualquier recurso», agregó.
Los medicamentos para mascotas no se importan por canales regulados por el Gobierno y por tanto están ampliamente disponibles, a diferencia de los recetados para humanos. El régimen de Maduro, que niega la crisis humanitaria y no permite ayuda internacional, ofrece a las cadenas de droguerías pagar medicamentos con pepitas de oro, diamantes y coltán.
Niños enfermos con cáncer han salido a la calle para pedir su tratamiento. Las autoridades del hospital infantil J.M. de los Ríos expulsaron a 19 pacientes menores y sus madres por denunciar lo que ocurre. También los enfermos de párkinson, unos 17.000 registrados, pidieron en la calle medicamentos, pero el régimen no responde. Las organizaciones Acción Solidaria y Codevida han alertado de que 300.000 pacientes en «estado crítico» están en riesgo de muerte este año debido a que las autoridades niegan permiso para atender su ayuda.
Desde España, el proyecto humanitario «Una medicina para Venezuela» recauda medicamentos y dinero para enviarlos allí a través de iniciativas de diverso tipo, desde conciertos benéficos a «crowfounding». Su directora, Vanessa Pineda, advierte de que «la situación va a peor» y las ONGs no dan abasto, informa Manuel Trillo. «Ya no sabemos qué más inventar para que la gente nos ayude», señala a ABC.