El venezolano Ricardo Querales tiene el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y sobre él pesa una orden de deportación. Un agente de ICE le permitió el jueves 1 de marzo de 2018 permanecer legalmente en EEUU otro año más. C.M. GUERRERO. cmguerrero@miamiherald.com
Daniel Shoer Roth
La Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) aprobó el jueves suspender temporalmente la orden de deportación que pendía sobre un venezolano gay en Miami, portador del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que temía ser devuelto a su país por la escasez de medicamentos para tratar su dolencia.
Ricardo Querales, estilista de 43 años, presentó con éxito una solicitud de aplazamiento temporal de la deportación o remoción, pidiendo que no lo expulsen de Estados Unidos por razones humanitarias. Anexó la carta de su médico dirigida al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) constatando que su regreso a Venezuela sería el equivalente a “una sentencia de muerte”.
Un funcionario de ICE colocó al venezolano nuevamente bajo orden de supervisión. Debe presentarse en la sede del organismo en Miramar dentro de un año, dijo. Mientras tanto, tiene autorización para permanecer en el país y trabajar legalmente.
“Me siento privilegiado, descansado, festivo, orgulloso de mi comunidad gay que me apoyó en todo momento”, comentó Querales. “La decisión me ha salvado de la muerte, pero solo temporalmente”.
Su caso cobró notoriedad tras darse a conocer en un artículo en el Nuevo Herald y el Miami Herald a principios de febrero. Las reacciones de la opinión pública fueron muy polarizadas en momentos en que se debate en el país la retórica antiinmigrante del gobierno de Donald Trump. Por un lado, están los que se oponen a su deportación debido a la crisis humanitaria en el país suramericano.
Otros más críticos lo han señalado como creador de sus propios problemas. En el 2009, fue hallado culpable de un cargo grave de posesión de sustancia controlada y dos cargos menores de posesión de parafernalia para drogas con propósito de uso. Estando preso, le fue revocado su estatus de asilado, adjudicado en el 2004.
En el 2011, un juez de inmigración firmó su orden de deportación, la cual no se ejecutó de inmediato.
Marcial de Sautu, abogado que recientemente asumió la representación jurídica de Querales, dijo que planea presentar ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) una moción de reapertura del caso de asilo basada en los cambios drásticos de las condiciones de vida en Venezuela. En el convulso país prevalece un desabastecimiento general de medicamentos y, a raíz de ello, se ha incrementado el índice de mortandad entre los pacientes con VIH.
“Si se puede reabrir el caso, eso significa que la orden de deportación no existe más, y podemos presentar los nuevos hechos para que tome una determinación el tribunal de Inmigración”, explicó el abogado especializado en asilos de venezolanos, al destacar que el proceso puede demorar meses. “Hay factores muy fuertes para no sacarlo de este país por razones humanitarias”.
Posteriormente, informó, explorarán si es posible presentar una moción en el Tribunal Estatal de Miami-Dade para que se le retiren los cargos criminales, con lo cual pudiera calificar nuevamente para el asilo.
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Fuente http://www.elnuevoherald.com/noticias/sur-de-la-florida/article202918669.html