La agrupación de ska presentó la versión final de Bailando sobre las ruinas, su más reciente álbum de estudio, un trabajo que busca el resurgimiento de la venezolanidad en tiempos adversos
Humberto Sánchez Amaya
Bailando sobre las ruinas es un manual de instrucciones, a ritmo de ska y otros sonidos caribeños, para ser implementado durante y después del caos. Sí, así se puede interpretar el nuevo disco de Desorden Público, editado en 2016, pero que el grupo presentó oficialmente el jueves en Caracas en un encuentro con seguidores a las afueras de la tienda Aeromúsica de Las Mercedes.
Si bien Los contrarios, publicado en 2011, era una invitación a la reconciliación en medio de tanta polarización, en esta entrega hay otra lectura del momento con especial énfasis en la apuesta por un mejor futuro, a pesar de que cueste tanto imaginarlo.
De este álbum desde hace rato se conocen algunas canciones. La más popular: “Todo está muy normal”, que la banda tocó en 2014 durante el Festival Suena Caracas. Tampoco es que Bailando sobre las ruinassea un mantra de autoayuda; hay lugar para la celebración, la ironía, un saludo a los que se fueron, una oda al ska y recuerdos de amores pasados.
“Tiene mucha coherencia con la evolución de Desorden Público. Por una parte, hay temas recurrentes en nuestro trabajo que son las visiones críticas del mundo que nos toca vivir; el humor, la metáfora y otros recursos poéticos para describir un contexto. Obviamente es un álbum muy inspirado en la situación que vive nuestro país”, afirma el cantante Horacio Blanco sobre una producción editada en CD, vinilo, cassette y, en febrero, en 45 RPM.
En los meses recientes, Blanco ha encontrado otra lectura para el tema “Bailando sobre las ruinas”, sobre el renacer de la venezolanidad. “Durante algún tiempo estuve expectante por ver si esa esperanza se materializaba, pero sigue la turbulencia compleja que pareciera no terminar. No obstante, ese resurgimiento de la venezolanidad sí está ocurriendo, solo que afuera de nuestras fronteras, en muchos lugares. Lo hemos visto en las giras, vemos cómo ese montón de gente, sea cual sea su área de experticia, está trabajando con mucha honestidad. Levantan la frente y el pecho con orgullo cuando dicen que son de Venezuela. Creo que es una manera muy bonita de presenciar cómo nuestra idiosincrasia se esparce por el mundo. No tengo temor a equivocarme al decir que la mayoría de esas personas hacen sus cosas de manera honorable y responsable. Eso está bien”.
Fuente http://www.el-nacional.com/noticias/musica/desorden-publico-disco-giras-planes-mexico_215738