Irene Esser, Migbelis Castellanos y Ninoska Vázquez aseguran que en su país «hay más muertes que en una guerra». La frustración de las celebrities expulsadas por la crisis.
Ángeles Cardozo
Venezuela es un semillero de reinas. El país se paraliza una vez al año durante el certamen de Miss Venezuela, cuando en un mega show televisado se elige a la que será “la representante de la belleza del país”. Irene Sofía Esser, Migbelis Castellanos y Ninoska Vásquez son superestrellas. Fueron reinas de belleza en la tierra donde el certamen de Miss Universo “es más importante que la elección presidencial“ y ganaron un título que les aseguraría una carrera artística de por vida. Sin embargo, el gobierno chavista las expulsó y ahora luchan por hacerse un camino en otro lugar.
Irene Esser vive en México, pero asegura que los funcionarios cercanos al presidente Nicolás Maduro no tienen para comer. Migbelis Castellanos vive en los Estados Unidos, pero está preocupada porque su papás y “sus amigos más queridos“ siguen en Caracas. Ninoska Vásquez no titubea en culpar al gobierno venezolano porque “la gente mata por un kilo de arroz“ y reclama que la ONU intervenga en su país. Dice que, como tiene el beneficio de estar en el extranjero, “no la van a poder matar ni le va a poder hacer nada“.
Irene Esser fue Miss Venezuela en 2011
“Venezuela está sobreviviendo y, cuando el hombre tiene que sobrevivir, se transforma en cavernícola“, afirma Irene a TN.com.ar. Para la actriz y exreina, lo más triste de la crisis es la escasez. “Los venezolanos pasan la noche afuera de los supermercados sin saber si conseguirán comida. Eso es miserable, no debería existir en el mundo porque estamos en 2017 y ya pasamos demasiadas cosas como humanidad como para tener problemas de hace 500 años“, se lamenta.
La protagonista de la exitosa telenovela venezolana Piel Salvaje está convencida de que la violencia que sufre su país viene del hambre, la frustración y la tristeza. “A todo el mundo lo asaltaron, le mataron a alguien o le pusieron una pistola en la cabeza ¿Quién? Alguien que no tiene cómo darles de comer a sus hijos“, cuenta.
En Venezuela hay represión, pero hay shows en los que decenas de chicas compiten por quedarse con el título de “representantes de la belleza del país”. Hay hambre, pero hay embajadoras que promocionan carteras Dior y comparten en las redes las experiencias de sus vacaciones alrededor del planeta. Irene Esser piensa que es probable que la mayoría de la población no tenga plata para pagar el cable, pero la televisación de los concursos todavía es un evento que se podría comprar con el Super Bowl.
“Los medios de comunicación no muestran que las personas comen de la basura ni que hay más muertes que en una guerra“, explica Ninoska Vásquez, que acaba de ser coronada Miss Venezuela Earth. A pesar de que al certamen le llovieron las críticas por haber montado un espectáculo de lujo con 21 sponsors en medio de la crisis institucional y humanitaria, la modelo y conductora de televisión ve en su reinado una oportunidad. En noviembre viajará a Filipinas para participar del concurso Miss Tierra y considera que puede contarle al mundo lo que pasa en Venezuela gracias a esa competencia.
Ninoska Vázquez es Miss Venezuela Earth
Frente a la consulta sobre si tiene una sensación encontrada por ser la cara de un país que vive en la miseria, mientras posa con una corona de brillantes; responde: “Quisiera ayudar muchísimo a mi país, pero cuando enviamos ayuda desde la fundación que presido en México nos dicen en la Aduana que no necesitan los recursos y nos la devuelven. Quisiera que todas las personas de Venezuela pudiéramos estar óptimo y eso no se cambia porque yo no me compre una cartera Chanel“.
“O estamos con los buenos o estamos con los malos. Es muy difícil mantenerse al margen cuando las noticias del día a día son las muertes de los venezolanos por estar protestar contra un gobierno que no nos dio ningún beneficio y nos hundió cada día más“, señala Migbelis Castellanos, que representó a su país en 2013.
Migbelis Castellanos fue Miss Venezuela en 2013
Ellas son celebrities exiliadas. Saben que, aunque no trabajan en su país, millones de adolescentes están pendientes de sus vidas a través de las redes y siguen de cerca lo que pasa. “El gobierno de Nicolás Maduro es un gobierno de gente que está enferma con el poder. Deberían retirarse sin violencia y admitir que no estamos bien. No creo que sus familiares lejanos tengan para comer. Es una situación que nos afecta a todos”, dice Irene Esser, que es dueña de una marca de chocolate líder en Venezuela que hace tiempo dejó de fabricar chocolate con leche por la falta de lácteos.
El día de su cumpleaños, Migbelis compartió en Instagram la noticia de un chico de 17 años que murió asesinado y publicó: “Hoy festejo un año más de vida, pero no puedo evitar sentir frustración. Nada de esto ocurriría si Maduro deja su locura y enferma ambición de poder. Él y su narco corrupta cúpula son los responsables”.
