Por Helena Hernández
La asociación de afectados espera que el Cabildo y el Ejecutivo regional puedan interceder ante Venezuela. Aseguran que su situación es de emergencia social
Han agotado todas las vías y ahora solo les queda plantarse delante de las Instituciones canarias a pedir ayuda. Los jubilados venezolanos acumulan ya más de diez meses de retraso en el pago de sus pensiones, una situación que les ha llevado a la emergencia social. Por eso ayer, la asociación de afectados se manifestó frente al Cabildo insular con el objetivo de pedir a la Corporación tinerfeña y al Gobierno canario que intercedan ante Venezuela para que les abone por fin las pagas que tienen pendientes desde enero.
Así lo afirma el presidente de la organización, Guadalberto Pérez, quien detalla que tanto el Cabildo como el Ejecutivo regional «son el primer escalón» para llegar al Gobierno central. «Entre todos tenemos que presionar a Venezuela para que cumpla con lo pactado en el convenio bilateral firmado con España en 1988», explica el pensionista.
La convocatoria frente al Palacio insular también buscaba la colaboración de las administraciones isleñas para que los afectados puedan optar a las diferentes líneas de ayudas que los ayuntamientos prestan a sus vecinos. Según sostiene el coordinador del partido político Voluntad Popular en Canarias, Máximo Díaz-Estébanez, también presente en la manifestación, los mayoría de jubilados venezolanos no pueden acceder a estas ayudas de comida, transporte o dinero porque «no están en el paro o no han trabajado en el Archipiélago». «No pedimos que saquen una ayuda solo para ellos sino que, de forma extraordinaria, se establezca algún tipo de protocolo que les permita acceder a las ya existentes», puntualiza Díaz -Estébanez.
Según la asociación, la situación afecta a unos 2.500 pensionistas en Tenerife, tanto emigrantes isleños como inmigrantes que trabajaron en la Octava Isla y que ahora perciben una pensión por parte del Ejecutivo venezolano. El coordinador de Voluntad Popular detalla que «de media» acumulan diez meses de retraso, «aunque hay casos que superan hasta los dos años». «Se trata de una crisis humanitaria. Hay problemas muy graves como gente que ha dejado sus tratamientos médicos por falta de dinero o ancianos en riesgo de ser desahuciados sin poder comprar comida…», señala Díaz -Estébanez.
Entre los afectados que se congregaron ayer a las puertas del Cabildo insular estaba Alicia Chafardet, de 75 años. La venezolana, que cobra la pensión de viudez de su marido, ha tenido que dejar su apartamento e irse a vivir con una amiga debido a los impagos del Ejecutivo de Maduro. «Es muy duro. No tengo familia aquí y tampoco puedo trabajar para conseguir dinero», relata la pensionista.
Chafardet asegura que su amiga «es como ángel». «No solo me deja una habitación donde dormir si no que me compra los medicamentos y la comida», añade. La venezolana destaca que ha intentado pedir ayudas al transporte «pero nunca me la han dado». «No puedo seguir viviendo sin aportar nada, espero que esto se solucione rápido», concluye.
A su lado, la venezolana Margot Carvallo explica que después de 58 años en Venezuela decidió migrar Tenerife debido a la inseguridad de La Octava Isla. Después de asentarse en la Isla, Carvallo preparó la documentación necesaria para cobrar su jubilación. De eso hace ya dos años. «Todavía no me la han dado, no he cobrado jamás», asegura la afectada.
Carvallo recalca que los pensionistas venezolanos «no estamos pidiendo limosna al Gobierno español». «Existe un convenio entre los dos países que debe cumplirse», agrega. En este sentido, la jubilada recuerda que el dinero que se mandó desde Venezuela «sirvió para el desarrollo de las Islas». «Este país ha crecido gracias a las aportaciones que hacíamos desde allá, ahora es momento de que nos ayuden a nosotros», recalca.
De esta misma opinión es Ana María Hernández, una canaria que pasó la mayor parte de su vida enLa Octava Isla trabajando junto a su marido, un importante ingeniero. «Nos fuimos de aquí porque había necesidad y estábamos pasando penurias. Desde Venezuela contribuimos al avance económico de Tenerife», señala.
La situación de Hernández es similar a la de la mayoría de afectadas. «Soy jubilada y no cobro la pensión desde hace diez meses», aclara. La isleña reconoce que así «no podemos vivir». «Antes ayudaba a mis hijos, uno que sigue en Venezuela y otro que vive aquí, pero ahora no tengo ni para mí», revela Hernández.
Más concentraciones
La asociación de afectados tiene previsto llevar a cabo otra concentración frente el Ejecutivo regional el próximo 25 de octubre con el mismo objetivo que la celebrada ayer. Además, los pensionistas han presentado una carta al presidente insular en la que se califica su situación de «grave crisis humanitaria» y se afirma que miles de ellos «han sido abandonados a su suerte», con un «evidente» incumplimiento del citado convenio bilateral.
«Nuestra situación es de extrema penuria por falta de recursos para medicamentos para los padecimientos propios de la edad, pues la mayor parte somos mayores de 70 años», prosigue el documento, en el que se indica que cada pensionistas percibe de media unos 1.300 euros mensuales.
Esta situación se viene repitiendo desde el año 2014. Según asegura el coordinador de Voluntad Popular, «tanto la caída del precio del petróleo como la corrupción son los principales problemas de Venezuela, donde no tienen divisas para poder pagar las pensiones a sus trabajadores».
En este caso, el retraso con las pagos también está afectando a los becados que estudian fuera del país que, aunque en la Isla no llegan a la decena, en Madrid, donde son más numerosos, añade Máximo Díaz-Estébanez, «se están generando operativos entre los ciudadanos para ayudarlos con el alquiler o la comida».
Fuente La Opinión de Tenerife
http://www.laopinion.es/tenerife/2016/10/12/jubilados-venezolanos-piden-ayuda-gobierno/713832.html