RAFA. Narváez, 68.
Más de 30 años lleva funcionando esta veterana marisquería, una de las más destacadas de Madrid. Además de sus comedores, dispone de una amplia y bien surtida barra en la que los mariscos, que se exhiben tentadores en la vitrina que da a la calle, son protagonistas destacados: desde ostras gallegas a gambas blancas de Huelva o rojas del Mediterráneo, pasando por un estupendo salpicón de marisco. La gran especialidad de esta casa es una ensaladilla rusa, elaborada sin atún, que para muchos es la mejor de Madrid.
EL QUINTO VINO. Hernani, 48.
Esta tradicional taberna tiene una barra clásica y muy popular en la que se pueden tomar unas magníficas y cremosas croquetas, que están entre las mejores de Madrid. Las llaman croquetas de Esperanza porque ese es el nombre de la cocinera que se las elabora. Atención también a la ensaladilla rusa, la otra gran especialidad de la casa. El resto de tapas y raciones no le va a la zaga: berenjenas fritas, caracoles en salsa, albóndigas, riñones, morcilla artesana de Burgos…
LA ARDOSA. Colón, 13
Esta es una de las tabernas con más encanto de Madrid. Abierta en 1832, ha sido durante sus 180 años de existencia una referencia en la capital. Sólo por el escenario ya vale la pena pasarse a tomar el aperitivo. Sobre antiguos toneles de vermú a granel reconvertidos en mesas se puede tomar una de las mejores tortillas de patata de la ciudad. Pero el salmorejo y las croquetas no le van a la zaga. La oferta se amplia con buena cecina de León, anchoas del Cantábrico, chacinas de primera y conservas de las mejores marcas.
LA TIERRUCA. Ortega y Gaset, 23
Buena barra para el tapeo esta de la calle Ortega y Gasset en la que gozan de merecida fama las gambas con gabardina, con buen rebozado y perfectamente fritas, sin gota de grasa. La otra especialidad de esta casa son las patatas bravas, bien fritas, crujientes por fuera y con una lograda salsa. Tampoco están nada mal las patatas con alioli, o una versión mixta que combina ambas salsas. Además, otras frituras, especialmente los calamares y las berenjenas rebozadas.
LOS CARACOLES. Toledo, 106
Los caracoles, que abundaban en las huertas del Manzanares hasta mediados del pasado siglo, han sido siempre una de las tapas más populares en las tabernas madrileñas. El nombre de esta deja bien clara su especialidad. Fachada tradicional pintada de rojo, el color del vino que distinguía a las tascas de la capital. Detrás de la barra hay una olla siempre caliente donde se encuentra el estupendo guiso casero de caracoles, cuya salsa, bien picante, invita a mojar mucho pan.
CASA EMILIO. López de Hoyos, 98
Casi setenta años lleva este popular bar del barrio de Prosperidad ofreciendo unos estupendos boquerones en vinagre. Tal cual, sin aceite ni perejil. Con una ración de patatas fritas y un vermut de grifo o una caña de cerveza, son el aperitivo perfecto. El local, que apenas ha cambiado desde su apertura en los años cuarenta, no tiene cocina, así que el resto de su oferta se centra en embutidos (entre los que sobresale un buen chorizo leonés) y en latas de conserva, sobre todo las de anchoas para hacer el tradicional «matrimonio» con los boquerones.
Fuente: ABCviajar
http://www.abc.es/viajar/restaurantes/abci-donde-comer-tapas-mas-tipicas-madrid-sin-temor-equivocarte-201606302337_noticia.html?ns_campaign=GS_MS&ns_channel=abc_viajar&ns_source=RRSS&ns_fee=0&ns_linkname=cm_viajar