El Parlamento Europeo tenía previsto enviar una delegación de observadores a las elecciones de Venezuela. Sin embargo, los socialistas se muestran ahora reticentes «por motivos de seguridad»
El Parlamento Europeo decidió el pasado 26 de noviembre enviar una delegación oficial compuesta por diputados de todos los grupos políticos a Venezuela para ver ‘in situ’ la celebración de las elecciones del 6 de diciembre en las que la oposición podría ganar con más de 30 puntos de ventaja sobre el chavismo, según los últimos sondeos, y cuya campaña se ha visto fuertemente marcada por decenas de episodios violentos. El objetivo de la misión europea pasaba por mandar a 12 europarlamentarios que contribuyeran a un desarrollo transparente y democrático de los comicios.
Sin embargo, todo apunta a que la delegación no acudirá al país latinoamericano. Este martes se celebró una reunión preparatoria para ultimar los detalles del viaje que debería producirse entre el jueves y el viernes de esta semana para llegar con dos días de antelación a la gran cita electora. Durante la misma, el Partido de los Socialistas Europeos -del que forma parte el PSOE liderado por Pedro Sánchez y que en total suma 191 de los 751 diputados- ha mostrado serias reticencias para asistir, alegando motivos de seguridad.
La decisión final se tomará este miércoles en la votación de la conferencia de los presidentes del Parlamento Europeo. Los socialistas ya han anunciado que, casi con toda seguridad, su voto será en contra de enviar la delegación, igual que el Grupo de la Alianza de los Liberales y Democrátas por Europa (ALDE), en el que se integran los partidos españoles UPyD y Ciudadanos, cuyo líder tampoco es partidario de enviar a miembros de Estrasburgo a las elecciones de Venezuela en calidad de observadores. El resto de formaciones de izquierdas tampoco se inclinarán aparentemente por la opción de asistir y el único voto que no está claro todavía es el de los Conservadores Reformistas Europeos (ECR) que, aunque se decidieran por la opción afirmativa, no sumarían una mayoría suficiente con el Partido Popular Europeo (PPE) -partidarios de la misión- para realizar la visita.
Fuentes del PPE acusan a los socialistas de ser «incoherentes» en su decisión, primero porque aseguran que «lamentablemente» la situación en el país dirigido por Nicolás Maduro lleva siendo «insegura» mucho tiempo, y a pesar de los acontecimientos de esta última semana -en referencia al asesinato de Luis Manuel Díaz, líder local del partido Acción Democrática, en presencia de Lilian Tintori, mujer del opositor venezolano Leopoldo López- no consideran que ese motivo tenga el suficiente peso como para anular una visita de la delegación europea. Además, y en la misma línea, reprochan que si no se pudiera garantizar la seguridad de representantes institucionales europeos tampoco tendría sentido el viaje que emprenderá precisamente este martes José Luis Rodríguez Zapatero.
El expresidente del Gobierno acudirá en calidad de «invitado especial» por el comité electoral venezolano, que controla el presidente de Venezuela, en lo que considera «una tarea de alta responsabilidad y un gran compromiso». En todo caso, los populares europeos insisten en que las tareas de protección al exdirigente socialista deberían ser equiparables a las de los miembros del Parlamento Europeo. Fuentes internas de Estrasburgo advierten de «una motivación política» en el seno del Partido Socialista español que habría enfrentado las posturas de Zapatero y otro expresidente, Felipe González, causando un cambio de rumbo sobre la misión europea ante la falta de consenso.
Zapatero aseguró que su visita al país latinoamericano se enmarcaría en un intento «para que los venezolanos puedan ejercer el voto democráticamente en las elecciones», cuyos resultados «deberán ser respetados por todas las fuerzas políticas y por el Gobierno». Pero mientras Zapatero acude y los socialistas europeos tumban el viaje comunitario, Felipe González abandonó Venezuela en su último viaje el pasado mes de junio después de que el Gobierno de Maduro imposibilitara su visita a los presos políticos, los líderes opositores Antonio Ledezma y Leopoldo López.
La visita de González a Venezuela tenía como objetivo principal servir como»asesor técnico externo» al equipo legal que se encarga de defender a ambos líderes. Pero después de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia del país caribeño, en cuyo fallo advertía al expresidente que no podría ejercer la abogacía en Venezuela, González volvió a España.
Si la votación sale según lo previsto y la misión queda suspendida, el PPE planteará a la institución europea la posibilidad de acudir como grupo parlamentario propio para asegurarse de que haya representación europea en la ‘vigilancia’ de unas elecciones que podrían pasar a la historia.
Fuente: El Confidencial