A Luis Chataing no lo detuvo la censura. La salida de su programa de Televen por presiones políticas lo impulsó a crear otro proyecto. Todo empezó como una gira de presentaciones en varias ciudades, para llevar el formato de Chataing TV a las tablas. Una despedida cara a cara con su público.
Y de pronto aparecieron de nuevo las cámaras. Héctor Palma le propuso registrar esta gira en un largometraje, un trabajo que también serviría de documento a este difícil momento para los medios venezolanos.
Fuera del aire, la película llega hoy a la cartelera de cine nacional. Junto con sus secuaces Jean Mary, Led Varela, Manuel Silva, José Rafael Guzmán y Alex Goncalves, se presenta un recorrido en aviones, teatros y en la intimidad de Chataing, de cómo decidió cerrar esta etapa en su carrera.
“El que vea este show tiene que saber que este programa debe estar al aire. No puedo irme del país”, afirma el locutor de frente a la cámara al inicio del documental, cuando se reúne con sus reporteros para soltarles la idea de la gira. La salida de Chataing TV significó la anulación del humor político en la pantalla chica venezolana. “Pero se acabó como yo quise que se terminara, no como otros querían que se acabara”, reflexiona el periodista en una parte de la cinta.
Héctor Palma fue el encargado de la dirección de Fuera del aire, la película. Hay elementos criticables en el producto final, como la duración del documental. Dos horas es demasiado para repasar el mismo show que se presentó en seis ciudades. Los espectadores también van a echar de menos el humor del programa. Si bien hacen un recorrido por la gira, se centran en los personajes y no integran ninguna de las secciones que se hicieron populares en Chataing TV dentro del largometraje.
El gran aporte de Fuera del aire, la película está en su contenido. Es un retrato sincero de este momento político, en especial la situación de los medios. Sin duda la cinta quedará como archivo para las generaciones futuras.
«Al país uno lo sufre muchísimo, cuando uno recorre el país y va por una carretera, se da cuenta de los problemas de infraestructura que vive el venezolano. En los mismos aeropuertos, cuando uno ve a la gente despidiéndose de sus familiares que se van del país», fueron parte de las palabras de Chataing el jueves en la noche, en el estreno de la película.
Renny Ottolina surge en varios momentos del documental. En la primera parada en Puerto Ordaz, el equipo de Chataing TV decidió pasear sobre las aguas del río Caroní. La escena que se entremezcla con el programa Churún Merú que hizo Ottolina en los años setenta, un especial para la televisión de ese momento donde participa Carlos Moreán. Un clásico.
La figura de Ottolina siempre ha obsesionado a Chataing. El interés por la política también surge como un elemento en común entre ambos personajes. Tema que queda abierto, que todavía se habla en presente y puede ser una posibilidad. A pesar de las múltiples ofertas de trabajo que tiene en el exterior, algo que también queda bastante claro en el documental.
A Chataing lo pusieron fuera del aire, pero ahora se metió en la salas de cine en formato película. Y seguro tendrá mucho éxito en el público.
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